Por Yoel Rivero
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¿Una ciudad con 196 años puede considerársele vieja?... ¿Edad madura acaso?...¿Joven aún?... El calificativo puede quedar al criterio de todo aquel que la visite y puede evaluar tal hecho analizando la intensidad con la que se ha vivido en esta Villa que, incluso mucho antes de la fecha del 8 de diciembre de 1812, ya estaba haciendo historia.
Sagua la Grande ha sido la cuna de prominentes figuras de las artes, las letras, la ciencia y la política de Cuba y del mundo, ejemplos puedo mencionar sin agotar mi arsenal por varias horas. Detenerme sin dudas es obligatorio en quien el destino, la vida, Dios o quien prefiera el lector, naciera precisamente cuando la ciudad cumplía sus 90 años de fundada, me refiero al sagüero más universal de la historia, al artista de la plástica Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castilla, nuestro inmortal Wifredo Lam. El 8 de diciembre sin dudas resulta proverbial y por tal motivo obligatorio, que sea la fecha más sagüera del año. Los habitantes de la Villa en 1902 nunca pensaron que el llanto de aquel niño que tal vez muy pocos escucharon se convirtiera en un resonar perpetuo para los habitantes de hoy y de mañana.
Las fiestas han comenzado en Sagua la Grande y los villareños que estamos aquí tenemos el regocijo de vivirlas intensamente. Aún cuando algunos piensen que ese candor primigenio se ha perdido, trato de sumarme a su criterio y les aseguro que aunque así sea, la longevidad de mi ciudad la hace más interesante. Los que opinan como yo, que aún es una ciudad muy joven, buscan en cada piedra esa actividad que nos debe caracterizar, ese vibrar que debe sentirse al unísono en cada momento, en cada persona que aquí viva y sienta por esas calles limpias y anchas, por esa edificaciones, por esa gente que lo ha dejado todo en el andar diario y en el sueño cotidiano que somos capaces de perseguir. Aún cuando nos cueste la vida, una vida que sería un orgullo dedicar, para que esté donde esté, me digan sagüero, para que vaya donde vaya sea sagüero y para que en cualquier lugar del mundo cuando vean mi rostro otros coterráneos se acerquen con la seguridad de que yo soy un sagüero.
La Villa de la Purísima Concepción de Sagua la Grande está cumpliendo años, 196 años. ¿Qué decir, qué hacer entonces?... Me gustaría dejar abierta esta interrogante, me gustaría que todo aquel que lea esta nota y conozca la ciudad, la haya visitado, haya vivido en ella, o viva en ella aún, haga su comentario, complete estas palabras del autor que considero insignificantes para la majestuosidad que me rodea día a día, para ese orgullo que siento por haber nacido aquí, en Sagua la Grande.
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