sábado, 7 de marzo de 2009

LA CULTURA TRINITARIA ESTÁ DE LUTO

Por: José Rafael Gómez Reguera

3 de marzo de 2009।

Para Carlos Joaquín Zerquera y Fernández de Lara, el eterno tributo de Trinidad

La cultura trinitaria está de luto. Ha muerto uno de sus grandes representantes: el Historiador Oficial de Trinidad, Carlos Joaquín Zerquera y Fernández de Lara.

Hace tiempo que no le veíamos caminar por las calles de su querida ciudad, como antaño solía hacer: despacio, observándolo todo, saludando a sus amigos y conocidos, y aún a aquellos que perennemente vieron en él un símbolo de la Ciudad Museo del Caribe y le dirigían un breve y formal saludo.

A Trinidad se dedicó Carlos Joaquín en cuerpo y alma, más allá de transitorias incomprensiones o fuertes encontronazos, que también los hubo y que, a la larga, sólo contribuyeron a acrecentar su prestigio, pues su divisa parecía ser convencer, no vencer por la fuerza bruta.

A él le debemos, por ejemplo, acuciosas investigaciones en archivos nacionales y foráneos, como el de Sevilla, en España, tras los cuales se decidió trasladar las celebraciones oficiales por la fundación de la Tercera Villa cubana para el segundo domingo de enero de cada año, ante la imposibilidad __por ahora__ de tener un documento probatorio seguro de una fecha concreta. Antes tanto los actos oficiales como la Semana de Cultura que le seguía, lo mismo estaban en mayo que en noviembre।

De Carlos Joaquín siempre habrá que hablar en presente. Ahí están, para probarlo, sus propuestas restauradoras que llegaron a feliz término en mayo de 1974 y que devolvieron a esta Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, una de sus más importantes joyas arquitectónicas: el Palacio de los Condes de Casa Brunet.

Reabierta, esta hermosa edificación de dos plantas, en el corazón del Centro Histórico trinitario, acogió desde entonces al conocido Museo Romántico, institución de inmensa valía por sí y por sus exponentes, visitada a diario por miles de personas. No conocerlo es como no haber estado nunca en la villa del Táyaba. Y él lo sentía como suyo.

Educado, de hablar pausado, Carlos Joaquín observó siempre una rigurosa etiqueta. Recuerdo cuando hace muchos años tuve la oportunidad de acompañar a numerosos periodistas extranjeros deseosos de entrevistarlo en su propia casona colonial. Encendidos los equipos, guardó respetuoso silencio y luego explicó: nadie le había pedido permiso para grabar sus declaraciones. Después, zanjado el incidente, se abrió a las más diversas interrogantes como lo que era, una verdadera enciclopedia.

Asombró, hasta el final de sus días, su infinita capacidad para memorizar nombres, fechas, lugares, acontecimientos y citas textuales. Nada se le escapaba, y sin ningún documento por delante, podía sostener una larga conversación en la que las anécdotas se intercalaban con datos relevantes de su querida Trinidad, matizados por su discreción y elegantes modales entre los que no podía faltar acompañar a sus huéspedes hasta la mismísima puerta.

La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida, sentenció nuestro Héroe Nacional José Martí. Carlos Joaquín Zerquera y Fernández de Lara, seguirá entre Trinidad y los trinitarios, por los siglos de los siglos, pues fue un hombre de su tiempo. Trinidad toda le honra en estos tristes minutos y le honrará eternamente.

Datos oficiales de Carlos Joaquín Zerquera y Fernández de Lara:

Carlos Joaquín Zerquera y Fernández de Lara nació el 28 de noviembre de 1926. Era Licenciado en Historia e Historiador Oficial de la Ciudad de Trinidad desde el 1 de octubre de 1967.

Se desempeñó como profesor de segunda enseñanza, Director del Banco Nacional de Cuba en Trinidad, Jefe de la Oficina de Restauración de la Ciudad, y como Miembro de honor de La Unión Nacional de Historiadores de Cuba, además de ser durante un tiempo Presidente de la Comisión Municipal de Monumentos y Primer Presidente del Tribunal Popular Municipal de Trinidad.

Fue el creador de la Primera Semana de Cultura Trinitaria, efectuada en mayo de 1974 y se hizo acreedor de la Distinción por la Cultura Nacional, la Distinción Raúl Gómez García, la Medalla XXX Aniversario de la Seguridad del Estado. Fue galardonado con el Premio del Historiador Provincial. Se le concedió el Premio Único de las Artes en Trinidad 2006. Fue merecedor del Escudo de la ciudad de Trinidad, otorgado por la Asamblea Municipal del Poder Popular, y es una de las ocho personalidades oficiales de la cultura de Trinidad.

Participó en varios Congresos Nacionales de Historia y fue el organizador del Congreso de Historia en Trinidad. Se le concedió la Distinción correspondiente del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas.

Colaboró en la investigación y organización del Archivo de Historia Capitán Joaquín Llaverías, de Trinidad, en la búsqueda de documentos originales en el Archivo de Indias España y trabajó en la restauración y creación de los museos y de toda la ciudad de Trinidad, labor esencial para que la misma alcanzara en diciembre de 1988 la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad, otorgada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO.

Publicó numerosos artículos y trabajos de diversa índole en varias publicaciones, como revistas especializadas, libros y periódicos. Entre ellos están La Villa India de Trinidad en el siglo XVI. Trinidad de Cuba. Editado por el Instituto Nacional de Turismo La Habana 1986. Ediciones Turísticas Cuba, La ciudad monumento. Editado por el Instituto Nacional de Turismo, La Habana 1986, Ediciones Turísticas de Cuba en coordinación con el doctor Antonio Núñez Jiménez Datos para la Historia de la Educación en Trinidad, e Historia de la Educación en Cuba para la Comisión Nacional de Historia incluido como anexo de ese mismo organismo por el doctor Gaspar Jorge García Gallo; Ingenio Guáimaro, su historia en coordinación con la Licenciada Leticia Montes de Oca Viciedo para la revista “Sigue la Marcha” de la Unión de Historiadores de Sancti Spíritus. Así como La Ermita de Nuestra Señora de la Candelaria de la Popa” en Trinidad. Cuba, para la revista “Aguairo” de la Caja de Canarias. Noviembre-Diciembre 1995.


No hay comentarios: